04 julio 2012

Nueva York: Woody Allen


Cualquier persona que haya viajado a Nueva York por primera vez habrá experimentado la sensación de estar en un lugar conocido. El gran plató del cine americano es un lugar familiar para todos. Llena espacios reconocibles, la Gran Manzana ofrece la ocasión de comprender la complejidad de la ciudad incluso a los que nunca la hayan visitado. Por eso hoy vamos a visitarla acompañados por uno de los directores de cine que mejor la ha retratado en todos sus aspectos, Woody Allen. 


La ciudad es un fenómeno complejo. Muchos autores han intentado estudiarlo desde distintas perspectivas, y los resultados varían, en su profundidad, en su acierto y en su accesibilidad por parte del público. Uno de los acercamientos más populares al entendimiento de la ciudad es el que propone el arquitecto italiano Aldo Rossi en “La arquitectura de la ciudad”, a través de su dialéctica tejido-monumento. Nosotros vamos a aprovechar el cine de Allen para intentar explicar esto, de una manera ligeramente más sencilla a la que nos propuso Rossi en su obra…

La elección de las localizaciones es un elemento clave a la hora de transmitir el mensaje al espectador. Actuando en un segundo plano de percepción respecto a la interpretación o el guion, la configuración de luz y espacio cobra importancia y, a veces, nos hace llegar más información, aunque sea de forma inconsciente.

El cine de Allen esta lleno de contrastes. El uso del interior y el exterior, de la oscuridad y la claridad, del tejido y el monumento. En función de las necesidades narrativas de cada película, Allen elige localizaciones “tejido”. Son las que ocupan la mayor parte de nuestras ciudades, donde circulamos, donde se encuentran nuestras casas, donde se encuentran nuestros comercios, y así nos las muestra él. Son las localizaciones donde sus personajes aparecen de un modo más dinámico, donde caminan mientras reflexionan o dialogan.


Por otro lado, y casi siempre ligadas a escenas de carácter más estático aparecen las localizaciones “monumento”, edificios singulares, plazas, espacios abiertos. A menudo las escenas más emblemáticas de sus películas, y de alguna manera las más trascendentales de las tramas, que se corresponden con los lugares mas representativos de Nueva York, igual que en cada una de nuestras ciudades celebramos los momentos singulares.



La dialéctica tejido-monumento es un concepto mucho mas complejo que lo mostrado en esta entrada, y tendremos ocasión de citarla en muchas otras entradas de este blog. Para los impacientes y deseosos de más información, os remitimos al libro original, y os damos mucho ánimo para asimilarlo. Con más entusiasmo os invitamos a disfrutar de cada una de las películas del cineasta.

a mateos

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