Cualquier persona que haya
viajado a Nueva York por primera vez habrá experimentado la sensación de estar
en un lugar conocido. El gran plató del cine americano es un lugar familiar
para todos. Llena espacios reconocibles, la Gran Manzana ofrece
la ocasión de comprender la complejidad de la ciudad incluso a los que nunca la
hayan visitado. Por eso hoy vamos a visitarla acompañados por uno de los
directores de cine que mejor la ha retratado en todos sus aspectos, Woody Allen.
La ciudad es un fenómeno complejo.
Muchos autores han intentado estudiarlo desde distintas perspectivas, y los
resultados varían, en su profundidad, en su acierto y en su accesibilidad por
parte del público. Uno de los acercamientos más populares al entendimiento de
la ciudad es el que propone el arquitecto italiano Aldo Rossi en “La
arquitectura de la ciudad”, a través de su dialéctica tejido-monumento. Nosotros
vamos a aprovechar el cine de Allen para intentar explicar esto, de una manera
ligeramente más sencilla a la que nos propuso Rossi en su obra…
La elección de las localizaciones
es un elemento clave a la hora de transmitir el mensaje al espectador. Actuando
en un segundo plano de percepción respecto a la interpretación o el guion, la
configuración de luz y espacio cobra importancia y, a veces, nos hace llegar
más información, aunque sea de forma inconsciente.
El cine de Allen esta lleno de
contrastes. El uso del interior y el exterior, de la oscuridad y la claridad,
del tejido y el monumento. En función de las necesidades narrativas de cada
película, Allen elige localizaciones “tejido”. Son las que ocupan la mayor
parte de nuestras ciudades, donde circulamos, donde se encuentran nuestras
casas, donde se encuentran nuestros comercios, y así nos las muestra él. Son
las localizaciones donde sus personajes aparecen de un modo más dinámico, donde
caminan mientras reflexionan o dialogan.
Por otro lado, y casi siempre
ligadas a escenas de carácter más estático aparecen las localizaciones
“monumento”, edificios singulares, plazas, espacios abiertos. A menudo las
escenas más emblemáticas de sus películas, y de alguna manera las más
trascendentales de las tramas, que se corresponden con los lugares mas
representativos de Nueva York, igual que en cada una de nuestras ciudades
celebramos los momentos singulares.
La dialéctica tejido-monumento es
un concepto mucho mas complejo que lo mostrado en esta entrada, y tendremos
ocasión de citarla en muchas otras entradas de este blog. Para los impacientes
y deseosos de más información, os remitimos al libro original, y os damos mucho
ánimo para asimilarlo. Con más entusiasmo os invitamos a disfrutar de cada una
de las películas del cineasta.
a mateos
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